Tras una fresquita noche aquí en
Hoyos del Espino, los acampados, poco a poco, se han ido levantando a partir de
las 8.30. Se nota que algunos todavía le va a costar acostumbrarse a dormir en
tiendas de campañas, pero por lo general los chicos se levantan con ilusión
aunque con sueño (como veréis en las fotos).
Tras
levantarse, toca el ejercicio matutino. Los acampados dan una vuelta al recinto
corriendo. Esto ayuda a que se espabilen y se activen.
Después
del ejercicio toca lavarse la cara e inmediatamente nos vamos a la oración de
la mañana de la mano del Padre Jaime Peñaranda.
Una
vez realizada la reflexión espiritual, nos vamos a desayunar. Cola cao y
tostadas nos ayudan a coger fuerzas para la dura mañana que nos espera: la construcción del Campamento.
La
construcción. Los acampados se esmeran en dejar sus recintos más bonitos que
los del resto. Lobatos, Rangers y Pioneros, herramientas en mano, se esfuerzan
por vallar sus tiendas, subir el mástil en el que colgarán sus banderas y
elaborar el altar en el que todas las tardes se celebrará la eucaristía.
Tras
este duro esfuerzo toca un merecido baño en las refrescantes aguas de las
piscinas naturales del entorno.
Una
vez fresquitos, vamos todos a comer. Menú: garbanzos, carne en salsa con patatas
y sandía. Después de esto, solo nos queda echarnos una siesta.
Nota
importante: Estamos teniendo unos problemas técnicos enormes con la conexión a
internet. Entre otras cosas, se nos ha averiado el ordenador. Pero gracias a la dedicación de este maravilloso equipo que conforma el Campamento estamos haciendo
un esfuerzo enorme por intentar publicar la máxima información y fotos
posibles. Espero que os estén gustando.
Un saludo.