Nuestros aguerridos pioneros atravesaron la sierra de sur a norte arrancando desde el Nogal del Barranco (en las proximidades de Arenas de San Pedro) hasta llegar de regreso al campamento.
Bajo el talud que nos protegerá de los vientos del norte
nuestros acampados han montado un vivac comunitario digno de un gran centro
hotelero con su cubierta de lona y sus suelos alfombrados; no faltó ni el juego
de cartas ni la sesión de astronomía. Antes de irnos al saco, el momento más
emotivo de la marcha fue sin duda el saludo, a base de linternas, que los
pioneros hicieron a los rangers y lobatos conectando las cimas y los valles.
La noche trascurrió alternando nubes y claros. Al alba
vencieron aquellas y tuvimos una mañana más propia del otoño que del estío. La
lluvia y el frío vinieron a endurecer las condiciones así que se puede decir
que en una sola marcha de poco más de veinticuatro horas hemos disfrutado de
cuatro estaciones.
Desayuno en la cima de La Mira, brindis con huesitos
y comienza el descenso por la parte septentrional del macizo. Imprescindible el
chubasquero y la ropa de abrigo. Aprovecharemos cada refugio de pastores que se
nos ofrezca. A modo de resumen de lo vivido, sirvan las sonrisas de la última
foto.
Maravilloso!
ResponderEliminarImpresionantes vistas. Quien pudiera estar ahí!!
ResponderEliminarOle es@s chic@s valientes!!!! Una pasada de ruta, que belleza de terreno...
ResponderEliminar¡Precioso paisaje!¡Una pasada de aventura para los chicos!
ResponderEliminarVaya campeones! Gracias Luis, por ayudarlos a llegar tan "alto"!
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