Un año más, el Colegio San José prepara un campamento de 13 días en Ávila, en pleno corazón del parque regional de la Sierra de Gredos, en la finca conocida como "El Baldío", a unos 3 km de Hoyos del Espino en dirección a la Plataforma de Gredos.

A la hora de programar un campamento con el estilo propio que queremos inculcarle año tras año, debemos guiarnos por dos pilares básicos: lo lúdico y lo formativo. Podríamos, por tanto, preparar únicamente actividades de ambos tipos, pero como nuestras metas van más allá, hemos programado este campamento con una estructura de actividades perfectamente interrelacionadas con un último fin: EDUCAR EN VALORES.

viernes, 12 de julio de 2024

Subida al Circo

 Buenas de nuevo, amigos y familiares del Campamento:

Vamos con el día de hoy que tiene mucho y bueno...

Los Rangers se levantaron temprano en el Refugio del Rey y vieron allí amanecer antes de salir de marcha hacia el Circo:

Los Pioneros vuelven al Campamento

 Buenas noches, amigos y familiares del Campamento:

Hoy ha sido un día muy especial, así que merecerá poner dos 'posts' para que tengáis toda la información escrita y visual...

Este primero va en honor de nuestra gran rama de Pioneros, que han pasado tres días hasta su llegada al Circo y vuelta al Campamento.

Nadie mejor que nuestro sherpa, físico, tutor, fotógrafo, poeta, mejor persona (este hombre vale pa' tó) Luis Leza nos redacte el resumen de estos días:

"Tres días han bastado para que los Pioneros le dieran una vuelta al mapa de Gredos. Han sabido mimetizar sus valores con los propios de la naturaleza alejada de la civilización. Llegas donde tus piernas te llevan, comes lo que transporta la mochila y bebes agua viva, arrimando la cantimplora al hilo que cae de la roca en el interior de una gruta. Te acuestas al raso, contemplando las estrellas desde el calor del saco. Mucho antes de que amanezca ya se pueden ver las siluetas de nuestros protagonistas: tal vez el motivo de semejante madrugón sea alcanzar la cima de Gredos antes de que apriete el calor o simplemente encaramarse a aquel collado tan alto para contemplar la salida del sol sobre el horizonte de diente de sierra de las montañas que nos rodean. ¡Si hasta llevan una guitarra a la espalda para animar las veladas (y para contribuir en los cantos de una misa celebrada por un grupo parroquial con el que coincidimos en la Laguna Grande de Gredos)! Y sí, coronamos el pico Cabeza Nevada, pasamos una noche en la soledad del Gargantón, remontamos sus aguas usando cuerdas fijas en la grieta y ascendimos al Pico Almanzor, metáfora de la superación de nuestros miedos y limitaciones. Más allá de la foto, de por sí preciosa y preñada de esfuerzo, siempre podremos acudir al recuerdo del día en que disfrutamos del techo de Gredos juntos. ¡Pioneros Unidad!"