Desde las redes de comunicación del Campamento hemos tenido acceso a una singular conversación entre refugios, (nos referimos a la propia construcción, o ruina de ella, según el caso). A continuación, transcribimos el diálogo sostenido por los siguientes contertulios: Refugio Victory, Ruinas del Refugio de Los Pelaos y Chozo de Prao Puerto:
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Refugio Victory (R.V.): El otro
día (6 de julio) tuve la agradabilísima visita de un grupo de adolescentes que
se autodenominaban “Pioneros” junto con sus monitores. ¡Qué personas tan bien
educadas! Armonizaron muy bien con el ambiente de escaladores que suele reinar
en la terraza del refugio. Disfrutaron de las espléndidas vistas de los Galayos
al tiempo que aprovecharon para reponer fuerzas tras la exigente subida,
cargados como iban, desde el Nogal del Barranco.
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Refugio de Los Pelaos (l.P.): Me
parece que sé de quién me hablas, esos mismos jóvenes remontaron las pedreras
que separan nuestras ubicaciones, Victory. A mis paraderas llegaron temprano,
contentos y cansados. Venían impresionados por la visión de las paredes de Los
Galayos.
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R.V.: Así es, pude constatar cómo,
a medida que seguían ascendiendo, sus pasos eran más confiados y firmes y
también cómo interiorizaron el esfuerzo sin rastro de queja, ¡puro espíritu de sacrificio
y capacidad de disfrute!
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L.P.: Y tanto. Entretuvieron la
tarde jugando cartas, contemplando la puesta de sol (con aplauso incluido) y
luego, cuando la penumbra lo permitió, haciendo señales luminosas al campamento
del que provenían, donde esperaban expectantes sus compañeros menores, (Rangers
y Lobatos, creo que se llaman).
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Chozo de Prao Puerto: Ahora
comprendo los comentarios de estos días. Veréis, el mismo domingo 7 por la
mañana pasaron de bajada esos Pioneros camino de La Plataforma, hablaban del
láser con el que habían iluminado su campamento. También recordaban una pequeña
charla sobre astronomía cuando ya estaban metidos en el saco. Lo curioso es que
esa misma tarde de domingo pasaron por mi puerta un grupo numeroso, no menos de
50, de mozalbetes cantando su orgullo de ser Rangers. Iban contando que querían
devolverle las luces de linterna a los Pioneros esa misma noche.
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L.P.: ¡Claro! Es que el domingo volví
a tener visita por la noche. Llegó un grupo grande y se instaló junto a mis
paredes. Otra vez hubo trasiego de linternas, punteros láser y también
contemplación de estrellas.
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R.V.: Creo que me estoy haciendo
un lío. ¿Cuántas marchas ha habido?
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L.P.: Ningún lío. El sábado
subieron los Pioneros desde el sur y bajaron el domingo. El mismo domingo
subieron los Rangers y han bajado hoy lunes por el Puerto del Peón (otra ruta nueva).
Y cada grupo coronó la cima de La Mira justo después de desayunar.
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La Mira: Efectivamente, amigos, yo
ya no concibo un verano sin recibir al Campamento San José.