La última noche, los acampados y monitores tuvieron la tradicional fiesta de despedida, con refrescos, música, bailes y buen ambiente.
Tras esto, se celebró el juicio del zorro. Este año el zorro había tenido muy poco movimiento, tan sólo había realizado una "fechoría", con lo que sólo disponíamos de un pista para realizar la apuesta.
No fueron muchos los valientes que se animaron a votar, y ninguno acertó. Los zorros (sí, fueron dos para sorpresa de todos los allí presentes) fueron Carlos y Nacho, de los que muchos monitores y acampados esperaban mucho más en caso de ser zorros, con lo que pasaron completamente desapercibidos. (Podéis expresar en los comentarios vuestra opinión sobre la actuación de los zorros este año).
A las 8:30 como estaba estipulado, un delicioso y refrescante baño fue el regalo para todos los no acertantes en la acusación del juicio.
Tras esto, un día de recogida, donde no hubo tiempo para fotos, y a casa, con unos amables 40 grados dándonos la bienvenida en Villafranca.
Refrescantes campamentos, muy chulos. Enhorabuena.
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